Rasurado previo: Rasura la zona a tratar 24 horas antes de tu cita. Esto permite que el láser actúe directamente sobre la raíz del vello sin quemar el vello expuesto en la superficie.

Evita la depilación con cera o pinzas: Durante al menos 3 a 4 semanas antes del tratamiento, ya que al arrancar el vello se elimina la raíz y el láser pierde eficacia.

Protección solar: No expongas la zona a la luz solar directa ni a camas de bronceado por lo menos 2 semanas antes y después de cada sesión. El exceso de sol puede causar irritación o manchas en la piel.

No usar cremas o lociones en la zona el día de la sesión: La piel debe estar limpia y libre de maquillaje, cremas, desodorantes o aceites.

Avisar si tomas medicamentos: Algunos fármacos (como antibióticos o tratamientos hormonales) pueden volver la piel más sensible a la luz del láser. Es importante mencionarlo al médico.

No acudir con la piel irritada: Si tienes heridas, quemaduras solares o infecciones en la zona, lo mejor es reprogramar tu cita.